miércoles, 9 de junio de 2010

Murió el Pastor que predicaba entre Trabas y Pordioseros

El gran apóstata; Dicen desde la prensa Evangélica "ortodoxa". El protestantismo perdió a manos de Dios, la semana pasada al Pastor Diego Gebel, "Pastor en los Márgenes" como lo llamara otrora el diario La Facción, conocido popularmente como "La Nación". Este redactor tuvo la oportunidad de escucharlo y de entender su doctrina en los últimos días de su vida y de allí, la siguiente nota, de opinión y de color.

El Pastor Diego Gebel, en el año 2001, siendo un Pastor más del ortodoxo pero colorido mundo Evangélico, comenzó a predicar en lo que la facción llama "los márgenes", es decir a llevar la palabra de Jesucristo y de Dios a personas en situación de prostitución y de calle. Una persona en estas situaciones "está en los margenes" de la sociedad, como si esta fuese un cuadrado perfecto en donde todo lo que está dentro es lo "socialmente correcto" y todo lo que está fuera es socialmente incorrecto; es decir, los márgenes donde habitan prostitutas, pordioceros, travestis y mafias horribles que son el mal de la sociedad. Esto es lo que entiendo por "margen" del mencionado Diario. Sin embargo, y excluyendo lo peyorativo del título que le puso la facción, el le cambió el sentido a ser "pastor en los márgenes" y explicó en su último encuentro con los hombres de su congregación, que ser pastor en los márgenes significó llevar a cristo a donde la sociedad en general no lo lleva.

Su muerte no produjo mayor noticia, más que en la prensa Evangelista, ortodoxa y restrictiva; el paraíso es para los hombres que siguen al pie de la letra lo que la biblia dice. Y a juicio del redactor, eso no es ser cristiano, es ser un Diosero. Es paradigmatizar a Dios en un texto retocado miles de veces, por la Iglesia Católica antes de las grandes esciciones. Y fue esta misma iglesia ortodoxa como judío de barba larga, la que excluyó y habló mal de Gebel hasta pasada su muerte. Y qué hicieron entonces, sino ser porDioseros que solo pusieron Trabas al Pastor en su prédica.

En esta hora donde se discute la igualdad de derechos en términos civiles y políticos, también habría que ponerse a pensar si no hay que empezar a cuestionar y a sembrar la cuestión de llevar la igualdad no solo a lo cívico, sino a lo religioso, porque no es necesario ser teólogo para ver que NO EXISTE dios que haya sembrado en ninguna doctrina la indiferencia a nadie, y si la doctrina Judeo-Cristiana es "Alaba a tu dios, Ora a tu Dios, Predica a tu Dios, y respeta la reglas de tu dios", por qué hablar y discutir de márgenes, cuando estos no deberían existir, en términos religiosos. Socialmente existen a los ojos de la hipocresía de una sociedad que se sirve de prostitutas, travestis, drogas y tantas otras cosas que provéen los "márgenes" de la facción. Pero ¿Se puede en el siglo XXI, permitir que las instituciones que tienen por fin ser nuestra pastoral (sin distinción de credos), no lleven a los márgenes de la sociedad la paz espiritual y la oportunidad que tienen los incluídos cada vez que se arrepienten o advierten su error permanente?

¿Es Justo en abstracto asumir que Diego Gebel fue "Pastor en los Márgenes"? cuando en realidad y ejerciendo el rol de opinión, más que pastor en los márgenes, Gebel fue el mayor de los ejemplos de los últimos tiempos, llevando el evangelio a donde la ortodoxia de todos los credos ni se atreven a acercarse.

Terminando con el petit ensayo, este redactor Bachiller en Arte, Diseño y Comunicación, con orientación en Medios de Comunicación, sugiere lo que debió ser la tapa de todos los diarios, el pasado Martes: Murió Diego Gebel, Pastor ejemplar por llevar su credo a donde ninguna institución religiosa quiso llevarlo.

Actualizado hace 12 horas · ·

Mi mamá le puso cognac a mi torta de cumple, yo quería que le ponga marihuana...

Sigue de comentarios y notas anteriores.

En el ánimo de destrozar conceptos, arruinar estructuras de pensamiento estancadas (conservadas) en un almibar amargo como la hiel, viene la reflexión siguiente.

Penalmente, hoy la tenencia para uso personal de marihuana es un delito (la poli te la saca y se la fuma) que por cuestiones de "la justicia" sigue siendo delito pero no debe haber condena. Es decir, si me agarran con tres o cuatro fasos, me los incautan, me imputan por infracción a la ley de drogas, me procesan por el mismo hecho, pero el juez en vez de decir "culpable", dice "Inocente porque tal artículo es inconstitucional". Dejando un marco de tranquilidad a todos los fumadores (no irán a la cárcel de verdad), pero a su vez dejando un sabor tan amargo en cuanto a derechos sociales respecta, que me insta, me increpa, me intima a escribir sobre lo que significa hoy socialmente la marihuana.

Este redactor, no es consumidor frecuente y quizás ni siquiera ocasional de Marihuana. Tampoco lo es de vinos, ni licores. Ni del juego, ni de la noche. Pero sí alguna vez toma una copa de vino, alguna vez toma una copita de licor, habrá de más joven ido al casino, y en efecto, de vez en cuando se fuma un porro. Miles de familias conviven con todos los vicios posibles socialmente aceptados. "El nene se junta con los amigos a tomar unas cervezas antes de ir al boliche porque allá les cobran caro". Y ese mismo niño o joven imaginario, vuelve a su casa muy borracho. Destilando alcohol; si le pusiéramos un encendedor en la boca cada vez que eructa, se convertiría en un dragón. Y eso "está mal, los chicos de hoy se toman todo y está perdida esta juventud", dicen algunos por ahí. Con una connotación casi permisiva, como aceptando la realidad impuesta de que el alcohol está bien, lo que no está bien es tomárselo todo junto.
Y a esto vengo, jústamente. La discusión tendría que resolverla un médico, pero dejemos lo médico para las revistas científicas. La reflexión es, si está bien tomar alcohol, que hace andar vehículos(*), y la discusión pasa por la cantidad, por qué no se puede sembrar la misma cuestión al respecto de la marihuana. Así como quien va degustando un cigarrillo, o un vaso de vino por la calle ¿Por qué no puede ir un fumador de marihuana? El problema no está en la esencia, sino en la forma. Al cuerpo un vasito de vino, un cigarrillo o un porro, no le hacen nada. Pero 40 cigarrillos, dos litros de vino, o 5 porros al hilo le hacen daño. Sin entrar en la discusión del derecho que cada uno tenga sobre su propia intimidad y reserva. La cuestión es que el niño imaginario "Ayer llegó tambaleándo y hoy se siente mal, le voy a preparar un tecito", dice nuestra madre imaginaria. Pero si el hijo, en vez de llegar tambaleando, llega lo más bien, pero habiendo tomado dos o tres copas (sanas y necesarias) y habiéndo compartido con sus amigos unas pitadas de un porro, nuestra madre imaginaria diría "¡Oh, que horror, mi hijo se droga, es un drogadicto, no lo puedo creer, qué hice para merecer esto DIOSSS!". Y creo que esta pseudo parábola es representativa de lo que ocurre hoy en día. Se pone al cannabis en el status de las drogas pesadas, cuando en la práctica podemos decir que es menos abrasiva para el cuerpo que las drogas sociales. Esta inferencia es meramente subjetiva y no tiene demasiada argumentación. En efecto esta reflexión está destinada a no ser ni neta ni brutamente objetiva. El porro hoy es como el vino o la cerveza, con la diferencia de que para el colectivo urbano el alcohol es un ente bueno y el porro es un ente malo. Lo cierto es que los excesos suelen ser negativos, en general. Solo que en este caso, la inquietud es:
¿Es intelectualmente correcto, aceptar sin más que se siga discriminando social y legalmente(*2) a quien razonable y proporcionadamente consume marihuana, al mismo tiempo que se acepta y no se condena con rigor a quienes consumen drogas socialmente aceptadas en exceso?


(*el redactor ha hecho andar un ciclomotor con alcohol etílico)
(*2 Por más que no haya condena, el mero hecho de someter a una persona a proceso implica la reducción de sus derechos durante un determinado tiempo)
Actualizado hace aproximadamente 2 semanas · ·
Sergio Daniel Logares
Sergio Daniel Logares
Otra vez de acuerdo. Tambi ... Ver másén se ha hecho un lugar común decir que "la marihuana es la puerta de entrada a otras drogas más dañinas". Cierto. Pero no en todos los casos. Con ése criterio no deberíamos permitir la ingesta de tortas "borrachas" porque su consumo podría conducir al alcoholismo.

Para mí, no hay artículo más hermoso en la Constitución Nacional que el 19, y más que el texto en sí de este artículo para el que me reservo alguna crítica severa en otro momento -sobre la inclusión de "Dios" en lugar de "conciencia"-, soy partidario del principio que está "detrás" de su redacción.

Ahora, volviendo al tema de la marihuana, el alcohol y las drogas, un mensaje, en especial y con mucho cariño a los jóvenes: tengan cuidado, el idealismo de una sociedad superior no va de la mano con los excesos. Muy lejos de mí están los puntos de vista conservadores y pacatos, sin embargo les sugiero que cuiden sus mentes como el más preciado tesoro. ¡Cuidado! la droga y el alcohol, así como la ignorancia y la miseria, son formas que el "sistema" propicia para tenernos dominados.

Un gran abrazo,
Sergio
El 24 de mayo a las 13:34 ·
Daniela Monteleone
Daniela Monteleone
Coincido con el Sr. que ha opinado anteriormente...
Sin embargo, debo reconocer, coincidiendo con Ud; redactor de tan buen art ... Ver másículo, que los excesos no son buenos... Puede hacer daño; tal vez... No más que los 40, 50 cigarrillos que fumo al día; no más que los litros de alcohol que uno puede beber cuando pisa la noche (o una tardecita de mucho calor...)
La cuestión es que social y moralmente (que conceptos tan iguales...) consumir cualquier tipo de droga excuída de las llamadas "sociales" ESTA MAL; Y PUNTO. Pero quisiera concentrarme en los cigarrillos; porque si bien el alcohol está aceptadísimo a nivel social, cada vez que alguien muere de cirrosis "es un borracho, a vos te parece que se haya pasado toda la vida tomando". Evidentemente, el alcohol en exceso recibe una "condena social" mayor que el consumo de tabaco. Si alguien muere de un cáncer galopante en los pulmones por haber fumado como animal toda su vida, la conversación típica entre Doña Rosa y Don José en el velatorio sería algo así como "que pelotudo, mirá lo que le pasó por fumar. Susana, la esposa, me decía recién que tuvo una agonía espantosa" Inmediatamente después, Doña Rosa enciende un L&M, y Don José, un Marlboro. Y ahí se terminó el debate serio y responsable sobre el pelotudo que fumó toda su vida como un animal...
Desde mi experiencia, el tabaco es una de las drogas sociales más difíciles de dejar... Genera placer, como todas, genera un "síndrome de abstinencia", como todas... Pero no genera resacas ni bajones de ningún tipo... Entonces compremos el quinto paquete del día; total tengo pulmones grandes, resistentes... Y de última, el cáncer siempre viene después de los 40, 50 años...
Pero volviendo al tema de hoy, que es el Cannabis... Tal vez esta fumadora compulsiva de tabaco, en unos cuantos años, cuando Dios, la vida y sus pulmones le pasen la factura correspondiente, sea una fumadora habitual más de marihuana; pero ya no por placer. Científicamente, se le reconoce a este yuyito el ser un "calmante" de los dolores generados por el cáncer, por ejemplo. Científicamente también, se le atribuyen efectos adversos; consumido en exceso puede ser responsable de generar una cierta esterilidad en el ser humano y, en menor medida, descenso de la líbido en mujeres y disfunciones eréctiles en el hombre (cosa que el tabaco también genera, dicen los que saben)
En fin, lo que importa aquí es la propia conciencia, qué se quiere para la propia vida... Ya se ha mencionado el hermoso Artículo 19 de nuestra Constitución Nacional...
Como Ud. bien decía, es una cuestión de forma, no de esencia. Pero, reitero, esa cuestión debe pasar por uno, por su propia conciencia... Creo que a estas alturas, el "castigo social" es lo de menos... El mundo sigue girando pese a la sociedad pacata; la gente sigue fumandose un porrito más allá del dedo acusador; el gay sigue siendo gay... Creo, una vez más, que es hora de abrir otros debates, más allá de los que atañen a la mirada de la sociedad, debates de fondo, qué importa si yo, mayor de 21 años, responsable absoluta de todos los actos que cometo, enciendo un cigarrillo de marihuana... Importa, debería importar únicamente, el que un pibe de 12 se fume un porrito... Esos debates, serios, responsables, nunca se abren. Sino ya hubiéramos llagado a algo...

Propongo tema para la próxima; sobre la cuestión de "la nena de Villegas" (por individualizar el caso). Aunque ya se apoliyó en los medios, la curiosidad siempre está fresca...
El 24 de mayo a las 16:28 ·
Sergio Daniel Logares
Sergio Daniel Logares
Daniela, coincido a su vez contigo. Sugiero que uno de los temas que habr ... Ver másía que abordar sería el de los valores, y desde el punto de vista ético más elemental. En gran medida nos hace falta una revolución socrática que expulse a los sofistas que procuran la relatividad moral y social, como vos bien decís, de TODO. Soy un relativista moral, pero no como vidrio, no veo qué relatividad moral puede haber en el hecho de torturar a un niño.

Ahora bien, me gusta siempre citar como epítome del modelo argentino "triunfador" y deseable, el gol que Maradona les hizo a los ingleses con la "mano de Dios." El individuo comete una falta, se pavonea en público de ella sin ningún pudor, alardeando de su "viveza criolla", de la "picardía", y la gran mayoría aplaude fervorosamente. Después de todo es una suerte de venganza por el fresco recuerdo de Malvinas de aquella época. ¿Y qué tiene que ver una cosa con otra? Si algún jugador inglés hubiese cometido la misma falta contra nosotros ¡qué epítetos anglofóbicos no hubiésemos expresado hasta el día de hoy! Masticaríamos la bronca una y otra vez.

Menem es elegido senador, ¡pero fue un vivo bárbaro! Se dió el lujo de colocar un automóvil deportivo a más de 200 kilómetros por hora con una ruta abierta a propósito para ése fin. Claro, ése pudiera contarse como el menor de los delitos que pudo haber cometido, pero todas las pequeñas cosas son un reflejo de las grandes. Es decir, que si no comenzamos por los pequeños males que se hacen en público menos tenemos derecho a juzgar los grandes que se hacen en privado.

Por otra parte, te cuento una sutil diferencia. Tengo 53 años. Tenía 20 en 1976, cuando era muy peligroso ser joven y estudiante. Los pacatos nos llamaban "rebeldes sin causa" aludiendo al hecho de que no teníamos motivo para rebelarnos, pero nosotros sabíamos que teníamos una causa que defender. Ahora, en el 2010, la sociedad argentina está repleta, otra vez, de "rebeldes sin causa". Justo, rebeldes inútiles, éstos no tienen causa por la que pelear pero igual son rebeldes. Lo peor del caso es que creen que la rebeldía pasa por fumarse un porro, drogarse, emborracharse, convocar a rateadas masivas por Facebook y un millón de boludeces semejantes. No tienen la menor idea de lo que comúnmente se llamaba "cultura general", pero culpan al mundo entero de sus vicios. ¡Pero qué vivos que son! El sistema al que culpan los tiene justamente donde los quería y se los devora en el desayuno nomás. Pero la responsabilidad de haber llegado a ése estado no les pertenece, ése es otro tema. Ahora, la responsabilidad de darse cuenta de la farsa y hacer algo en consecuencia sí, es su responsabilidad.

En fin, son opiniones.

Cordiales saludos,
Sergio
El 24 de mayo a las 18:33 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
Que se alimente el debate! Wiii.
El 24 de mayo a las 22:05 ·
Emilio Adrián Arellano
Emilio Adrián Arellano
El Tío acuerda con el escritor...
El 25 de mayo a las 19:53 ·
Daniela Monteleone
Daniela Monteleone
Sergio, el tema sobre la responsabilidad que le cabe al Estado en estas cuestiones es un poco delicado, pero que bien podr ... Ver másía generar un debate interesante si como sociedad nos propusiéramos encararlo...
Otro tema, es como fueron, y como somos los jóvenes hoy en día... Ojalá el ser joven y estudiante fuera hoy no peligroso nuevamente, si fuera interesante... Lo veo todos los días en la Facultad; futuros abogados con pinta de empresarios, con ganas de recibirse rapidito para empezar a facturar, y no a cambiar las cosas desde el ejercicio de la profesión.
Pero más allá de esta referencia puntual a mis futuros colegas, me pregunto e invito a generar el debate, ya un poco desviado del tema central; cómo crear esa conciencia del "deber hacer" en el joven, en el otro, más generalmente. Cómo moverse, desde lo político, desde lo cotidiano, o desde lo cotiadianamente político, para no retroceder otra vez hacia la cultura del "no te metas" o del "de eso no se habla"... Porque hay que meterse, comprometerse; hay que hablar... Justo hoy, que como Patria cumplimos 200 años, sería bueno, lisa y llanamente, dejarse de joder y abrir el debate...

Saludos para vos también!
El 25 de mayo a las 20:11 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
a: El Redactor le gusta que el tío esté de acuerdo.
b: Dios nos guarde del diablo y de la gran mayoría de los futuros abogados :)
El 25 de mayo a las 21:40 ·
Daniela Monteleone
Daniela Monteleone
Sobre el punto "B": me permito hacer una pequeña corrección a su enunciado; sería algo así: "Dios nos guarde del diablo y los futuros empresarios gestores de papeles"
El 25 de mayo a las 21:51 ·
Luis Jorge Cameli
Luis Jorge Cameli
sin comentarios, respeto todas las opininiones, pero algunos antes de opinar, tendrían que a aprender a pensar. y no dejarse llevar por impulsos pasajeros.
El 27 de mayo a las 23:13 ·
Emilio Adrián Arellano
El 28 de mayo a las 17:57 ·

Contradicciones Políticas. Peronismo No Peronista

De la nota anterior a esta, existe la misma diferencia que hay entre un hot dog y una hamburguesa. Son cosas distintas pero pertenecen a la misma especie.

Revisando algunos libros viejos, encontré la historia en donde JDP explica el por qué de la palabra "Justicialismo". Resulta que en la patria agrícolo-ganadera Perón quería lograr un cambio socio-económico que llevara a la gente en estado de "malestar", "Bien estar". Es decir, llevar a la mayor parte de la población, progreso. Y esto en estas épocas es indudable que ocurrió. Al desvanecido radicalismo, devenido conservador(*), le ganó Perón las elecciones de 1946, y pensando los ideólogos del Peronismo el nombre que debía llevar la fuerza política joven y gobernante, decidieron que el cambio de razón de estado, no sería sino una transformación de un estado conservador a un estado socialista nacional. Solo que el copyright de la época no permitió que la fuerza se llamara Partido Nacional Socialista Argentino. Por lo que llegaron a la conclusión de que el socialismo, tiende a generar en la sociedad la justicia social y fusionaron Justicia Social Nacionalista, en Justicialismo. Lo que para la época significaba progresismo desde todas las ópticas posibles. Cuando en EEUU todavía existían ciudadanos de 2°, en Argentina hasta el más humilde de los habitantes tenía acceso a los mismos derechos alimentarios, de transporte, educación y salud que el más próspero y mejor apellidado ciudadano porteño.
Y en aquel entonces, se discutía sobre si dar a los "cabecitas negras" o no darles derechos. Cuando hacía 140 años la asamblea del año 1813 había abolido la esclavitud, la sociedad conservadora anti-progresista clamaba porque la esclavitud siguiera existiendo. Y esto se resume, ni más ni menos que en la desigualdad de derechos. Allí el Peronismo, en defensa de la igualdad de derechos, como forma de progresismo, sentó un cambio "Radical" en la sociedad. Hoy sectores que dicen llamarse peronistas, se oponen a cuanta medida progresista haya, al igual que sectores radicales y auto-proclamados progresistas. Dejando a un gobierno pragmático, con un ápice de progresismo, en la posición del más progresista de todos.
Cabe en discusión aparte el analizar si existe intelectualmente la capacidad de permitir sin que se llame peronistas, o justicialistas a quienes solamente son nostálgicos de una época, pero poco hacen para reproducirla y actualizarla. Aparece entonces la contradicción, el ente Justicialismo, indudablemente significa por su origen progresismo. Independientemente de la Peronización del Justicialismo, es innegable que en abstracto justicialismo y progresismo fueron en su origen sinónimos. En la actualidad, y en la práctica lejos de ser sinónimos, sienta una fuerte contradicción, que este redactor se ufana en llamar Pseudo-peronistas y Progresistas. Como diría José Pablo Feinmann, sigo siendo peronista porque no me queda otra, pero de cualquier modo al pensamiento progresista le retumba fuerte la palabra Justicialismo en manos de conservadores.

Sin más. Fue solo un pensamiento plasmado y espero comentarios.

(*)(vale aclarar que radical, viene de raíz, por el cambio que generó el "radicalismo" entre la revolución de los 90´s y la ley Saenz Peña)
Actualizado hace aproximadamente 2 semanas · ·
Sergio Daniel Logares
Sergio Daniel Logares
Juan, querido amigo, ¡si habremos hablado de éstos temas! Primero, antes que nada, y creo que estar ... Ver m ... Ver másásás de acuerdo, "hay que ponerse la mano en el corazón". Así decimos los argentinos cuando nos aprestamos a decir algo con franqueza y honestidad. ¿No?

Bien, en lo personal, y subrayo, en lo personal, tengo la sensación que lo que más nos hace falta a los argentinos es coincidir en lo que está bien y en lo que está mal. Una coincidencia generalizada que ya existe en muchos de nosotros, y que necesita encontrar su cauce para ser expresada. El problema reside en que, ya lo hemos charlado también, éstas posturas de reconocimiento, de autocrítica que necesitamos para crecer, son atacadas por viejos y arcaicos modos de pensar anacrónicos y fundamentalistas.

Entonces, la vida es una gran gama de grises, pero en el límite hay cosas que son "negras" y hay cosas que son "blancas." ¿A qué me refiero?

Criticar las medidas en favor de los trabajadores que alguna vez supo instaurar el justicialismo es propio de canallas. Es cierto que todas ésas medidas tenían raíces socialistas. ¿Y qué? Qué importa de quién viene el remedio con tal que cure.

Una de las más grandes dificultades que tenemos los argentinos es que no logramos generar una clase política honesta, y nótese que digo clase política sin distinción de partido alguno. Más aún, si lo lográramos un gobierno que no se corrompa, sería atacado vilmente por fuerzas que hoy en día están fuera de control.

Pero antes de plantearnos siquiera la posibilidad de un gobierno así debemos desterrar del pasado aquellas cosas que sabemos, íntimamente, que estuvieron mal y condenarlas como corresponde. Los ídolos deben caer para que nazca un pensamiento nuevo, fresco, decidido a hacer historia para todos.

Veamos, para ser más exacto. ¿A quién se le ocurre señalar como "necesario" el bombardeo a Plaza de Mayo que costó tantos muertos? ¿Acaso las bombas que caían distinguían entre peronistas, antiperonistas, radicales, socialistas, niños, mujeres, hombres, etc.? Este acto fue una salvajada de la peor especie. Estuvo MAL.

Cuando el presidente Juan Domingo Perón, públicamente, sugirió hacer listas de los opositores, andar por ahí con "alambre de fardo" para capturarlos, jurar venganzas de cinco por uno y barbaridades semejantes. Estuvo MAL.

Cuando la Revolución Libertadora persiguió, encarceló, torturó y fusiló a sus opositores sumariamente, el silencio de los políticos de turno, de todo el arco de izquierda a derecha, estuvo MAL.

Cuando la última dictadura militar cometió los salvajes crímenes que todos conocemos, estuvo MAL. Su error fue inmensamente mayor al que cometieron otros que se bajaban de un automóvil, ametrallaban a un custodio policial en la puerta de un banco y salían huyendo. Éstos también estuvieron MAL. Siempre me pregunté qué tenían de "revolucionarios" crímenes como ésos.

Me puedo pasar el día entero describiendo situaciones semejantes del lado de lo que está MAL. Pero cómo cuesta encontrar páginas de la historia argentina en las que se cuenten cosas que estuvieron BIEN.

Mientras no nos deshagamos de éstos fantasmas poniéndolos en el lugar que corresponde, no vamos a cambiar ninguna historia.

Demando una nueva forma de pensar, más allá de los rótulos y las denominaciones. Una nueva forma de pensar que VEA las cosas como son y no se cierre los ojos justificando lo injustificable en el nombre de un pasado reciente del que no podemos enorgullecernos. Cuando la clase política, TODA, se viste con trajes de marca, zapatos y carteras que cuestan varias veces el salario de los trabajadores, se pasean en sus auto último modelo, negocian para la tajada en favor de sí mismos, y abajo seguimos viendo el abismo de la miseria, algo está MAL. Veo a ésa clase como una suerte de nueva aristocracia cuya fiestas privadas pagamos todos como algo que ha surgido de nosotros mismos, sin duda. Los criticamos, y en el fondo es porque muchos de los que los critican quisieran estar en el lugar de ellos también.

En sínteis, lo dicho, demando una nueva forma de pensar.

Gracias y disculpas por la extensión.

Un gran abrazo.
El 23 de mayo a las 14:31 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
Estimado Sergio: No es menester vuestra disculpa, puesto que como ya lo he dicho, m ... Ver másás que a un amigo, te considero un maestro. Soy un poco más optimista a la hora de leer la historia y prefiero pensar que Sí hubo cosas que se hicieron bien, así como cosas que se hicieron mal. No obstante, quisiera sugerir que existe una forma desvirtuada de aristocracia, que es la oligarquía. Pero yo no la veo tanto en el gobierno nacional. Más bien la veo atacando al gobierno Nacional.

Comparto plenamente, una verdadera NUEVA FORMA DE PENSAR.

Un gran abrazo
El 23 de mayo a las 21:32 ·
Sergio Daniel Logares
Sergio Daniel Logares
Querido Juan: De acuerdo contigo. Es mejor la palabra oligarqu ... Ver másía, aunque en nuestro país, históricamente, sabemos de quiénes hablamos. Que la oligarquía, según lo mencionás, ataque al Gobierno Nacional, no debería sorprendernos. Salvando las distancias, ¿no recordamos que atacaron también al gobierno de Raúl Alfonsín? Y cuando no atacaron se encargaron de pedir más y más.

Siempre estuvieron ahí, apoyando golpes de estado, tratando de no perder su papel de titiriteros de los gobiernos de turno. Años recientes, algunos de ellos se autodenominaron "liberales" para ser más presentables. Pero la mona, aunque se vista de seda, mona queda. Son, por ejemplo, los que nos quieren vender la teoría del "derrame", pero no nos cuentan que, por las dudas, pusieron un plato abajo del vaso para seguir juntando hasta lo que les sobre. No vaya a ser que este año no puedan cambiar el auto.

Gracias por incluir la palabra "tanto" al referirte al Gobierno Nacional. Concedo también, pero ambos sabemos de quiénes hablamos, y me permitiría, con todo respeto, advertirle al oficialismo que si sigue permitiendo tales comportamientos, la presencia de ésa clase de sujetos va a provocar su derrota más temprano que tarde, mucho más que las operaciones políticas de la oposición.

En fin, creo que nos fuimos un poco del tema, ¡pero siempre fue así en nuestras conversaciones!

Un gran abrazo
El 23 de mayo a las 23:22 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
Lamentablemente debo compartir contigo lo del gobierno nacional. Ayer una persona me preguntaba- ¿Por qué sos oficialista? Y yo respondí, banco a este gobierno, no porque sean los mejores, sino porque son lo que más se parece al progresismo, y el que le sigue atrás en la "carrera progre" viene 3 cuadras y media atrás.

Un Gran abrazo

Matrimonio Gay

Usar el Face como blog, me parece una buena alternativa en este momento dado que no tengo voluntad de hacer un blog y molestar a nadie con las invitaciones a que lo lean. Escribo esta nota en función de que se está debatiendo algo muy importante en el congreso de la Nación. La incorporación o no de las parejas del mismo sexo a la posibilidad de casarse como cualquier pareja heterogénea. En rigor de verdad, lo que se está discutiendo es si se acepta o no legalmente una situación que de hecho ya existe. No porque les permitan casarse, se formarán nuevas parejas ni porque no se lo permitan dejarán de formarse. Simplemente el hecho de permitir el matrimonio entre dos personas sin importar su sexo, implica no solo hablar de matrimonio "Gay", sino de destrozar el concepto de la palabra matrimonio y volverlo a formular.
El matrimonio, a los efectos de la ley podemos decir que es un contrato que garantiza derechos y deberes entre los "contratantes". En la actualidad, la ley permite que este tipo de contrato se celebre entre dos personas de distinto sexo, asegurando en todo el país que "Marido y Mujer" se deban mutuamente respeto, fidelidad, que los bienes que se obtengan durante la duración del matrimonio, sean de ambos. Que cuando uno de ellos muera, el o la viuda tengan derechos sobre sus propios bienes y sobre la herencia, y muchos otros derechos más. Pero en el contrato que hoy se firma entre dos partes, nadie habla de que sea obligación tener sexo, o de qué modo tenerlo, o qué hacer o no hacer, en tanto uno respete al otro. Hay matrimonios que viven juntos pero respetuosamente cada uno hace su vida (sin estar separados), hay otros que viven pésimamente y que la ritualidad de la religión no les permite separarse. Los hay que permanecen juntos por mera especulación económica y otros casos más que no es necesario citar, dado que el lector bien sabrá recordar.
Al respecto de destrozar y reconstruir la palabra matrimonio, es que intenté describir lo que "hoy" significa en la práctica la institución civil del Matrimonio. Hay parejas no reconocidas legalmente que viven muy bien y matrimonios que viven muy mal. Esto implica, a mi juicio, que el matrimonio desde la órbita jurídica no dista mucho de ser un simple contrato, que no tiene por qué meterse a opinar sobre la forma de vida de los "contratantes" y que tampoco tiene por qué opinar sobre la sexualidad de ellos. Distitnto sería si estuviésemos en el año 79´y la ley nos imponía que la razón superior del Estado y la Nación, era Dios, Patria y Familia. Pero estamos en el Siglo XXI, y la razón superior de la Nación y del Estado no es sino garantizar ciertos deberes y derechos, independientemente de la lectura que cada uno haga (y reservando mi opinión al respecto).
Distinto sería si en este contrato que la herencia semántica nos hace llamar matrimonio, existiese la obligación de los contratantes de tener hijos, puesto que está claro que dos personas del mismo sexo, no pueden tener entre sí hijos de su propia sangre. Matrimonios sin hijos los hay, y si esto es lo que ellos decidieron como pareja, bienvenida sea la libertad de elección que hoy el estado garantiza. Hay que hacer la salvedad de que el tema de la adopción por parte de los matrimonios homogéneos, es un tema aparte y que sí merece reserva y discusión distinta. Porque la discusión principal sucede al son de si garantizar o no a las parejas los mismos derechos sin importar su sexo.

En conclusión y sin dar opiniones, surgen de mis argumentos dos cosas: Una sugerencia paradigmática y una conclusión con forma de pregunta retórica. En el Siglo XXI no estimo correcto que matrimonio y familia sigan asociados de la misma forma en que se leía en los 70´s (Dios, Patria y Familia). ¿Es correcto como sociedad negar, ante la misma situación de hecho, los mismos derechos y deberes a las partes, sin importar su sexo?

Espero que les haya gustado y que les sirva para reflexionar al respecto de su postura a la hora de opinar sobre el tema.
Escrito hace aproximadamente 2 semanas · ·
Sergio Daniel Logares
Sergio Daniel Logares
¡Muy bien Juan Ignacio! Me adhiero a lo expuesto. Aunque conozco poco de leyes comentar ... Ver másé algo. A mi modo de ver, el papel del Estado en todas éstas uniones debe ser, y creo que de hecho ya lo es, una salvaguarda para regular legalmente los casos en los cuales ésos contratos se rompen. Es decir, una persona que firma su consentimiento en éstos casos, da su aprobación para que el día de mañana ciertos bienes sean considerados como pertenecientes a la pareja contrayente y no solo a sí mismos como individuos, por ejemplo. Aparte, hay una cuestión de usufructo compartido de una casa, un auto, etc. O sea, extraña contradicción, la ley del Estado, más que nada, regula el potencial divorcio antes que le unión en sí.

Ahora bien, prestemos atención a lo que yo llamaría, si se me permite, la "proyección" de la ley que permite el matrimonio gay. Supongamos el caso de una persona que es bisexual, y que, con el consentimiento de dos personas más quiere formar un matrimonio de tres personas. O dos personas, hombre y mujer, que decidan contraer matrimonio con otras dos y quieran vivir los cuatro juntos. ¿Por qué, pregunto, si se permite a una determinada inclinación sexual celebrar matrimonio, el día de mañana otras inclinaciones sexuales, los bisexuales, los swingers, etc., no tendrían derecho a establecer uniones como quieran? ¿No?
El 22 de mayo a las 20:15 ·
Daniela Monteleone
Daniela Monteleone
Leyendo una, dos, tres veces, vuelvo a hacerme la pregunta que me hice el jueves en tu casa, m ... Ver másás allá de "vericuetos" legales: Qué hay de la capacidad/necesidad de dar amor... Qué hay de todos los chicos en situación extrema de vulnerabilidad; abusados por heterosexuales, obligados a mendigar por heterosexuales, maltratados física y emocionalmente por heterosexuales... Me pregunto qué es lo que se cree que necesitan esas criaturas... Me pregunto por qué no se cuestiona, del mismo modo, lo que hace con su sexo un padre heterosexual, cuando muchas veces es su sexo el que corrompe a su propia sangre... Por qué será que aún hoy seguimos discutiendo y subsumiendo algo tan grande como el amor a algo tan efímero como el uso que le damos al sexo que Dios nos dio bajo los pantalones??? Será que todavía nos falta un poquito de humanidad; será que el "puto" todavía es "el cáncer de la sociedad"??? Será que todavía preferimos hijos ladrones antes que hijos putos, aunque después los condenemos sin piedad y digamos que la educación y el amor empiezan por casa; que con amor y educación un niño no roba, no se droga, no asesina...
No será que en cierto punto, todavía seguimos teniendo lo que nos merecemos????
Será que, del mismo modo en que el matrimonio es una institución entre hombre y mujer, estamos intitucionalizando ( o peor aún) haciendo exclusiva a un sexo la capacidad de dar amor???
De todos modos, más allá de la mediana cantidad de seres que no se plantean esto todavía, creo que ya es mucho (aunque aquí mismo no se lea) que seamos dos, tal vez tres, los que creemos que el amor incondicional es una postura frente a la vida, y no frente a una cama...
El 23 de mayo a las 2:01 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
Sergio: adhiero a lo dicho por V.E. Muchas Gracias por tu sabio aporte.
El 23 de mayo a las 8:30 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
Daniela: Gracias por tu comentario, pero esta nota excluye de su seno el tema adopciones, justamente con el objeto de abrir mentes que se oponen desde el el llano a la universalización del matrimonio.
El 23 de mayo a las 8:32 ·
Leandro Mazza
Leandro Mazza
Nachito, comparto el comentario y la reformulaci ... Ver másón del concepto matrimonio, aunque quizás si ntros representantes demuestran un avance des-comunal, esa palabra romana que desde su génesis desplaza la posibilidad de hacerlo gay, entendiendo como aquel derecho que la la mujer adquiere para ser madre leglamente, sea quitada de nuestro código civil, y mutatis mutandi dicho contrato tenga una expresión más feliz y actual.
Sin embargo debo hacerte una ínfima observación, cito textual: "Pero en el contrato que hoy se firma entre dos partes, nadie habla de que sea obligación tener sexo". Con esta frase estás obviando una deber incluido bien sea en el deber de cohabitación o en el de fidelidad (Zannoni) que es nada más y nada menos que el "débito conyugal".
Yo no probé pero supongo que puede considerarse sexo algún acto de penetración realizado entre 2 hombres, así como también e/ 2 mujeres, no?
El 23 de mayo a las 11:43 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
Estimado Mazzita, que en abstracto la doctrina y jurisprudencia consideren aspectos sexuales, no implica que exista una ley que preceptivamente indique el deber sexual dentro de dicho contrato. Podemos sarasear con el tema de prima nocte, etc, pero eso seria darle quiz ... Ver másás un tinte Jusnaturalista que preferí obviar en esta nota, no por no adherir a esta doctrina (discusión de la cual me excluyo) sino para hacer de esta nota un elemento no jurídico, sino de acercamiento de la disquisición y exégesis al vocabulario y entendimiento del común de mis "amigos del face" que no estudian derecho. No obstante, agradezco tu interés por la nota y el comentario ilustrativo para aquellos que sí estudiamos derecho. Abrazo de gol.
El 23 de mayo a las 12:29 ·
Laura Rebeca Galiana
Laura Rebeca Galiana
Nach ... Ver másín comparto el razonamiento y me parece que es hora de extender los derechos, que haya una verdadera libertad de elección a la hora de estar con alguien y con quien se elige casarse.
Para romper con el paradigma de la palabra matrimonio me parece adecuado apelar a la etimología del término entendido como denominación de la institución social y jurídica que deriva de la práctica del derecho romano: matri- monium que corresponde al derecho que adquiere la mujer para poder ser madre dentro de la legalidad. En este sentido, me parece cuerdo preguntar ¿cuál sería entonces el lugar de aquellas mujeres que conciben sus hijos artificialmente? y ¿los hombres impotentes o las mujeres infértiles? ¿Deberían ser discriminados de la sociedad puesto que no cumplen con los requisitos para la reproducción de la especie? Me parece que hay una contradicción importante en cuanto al matrimonio y que no se permite la libertad de elección a la hora de estar con alguien.
Además me parece adecuado aclarar cual es la etimología de la palabra gay que en la actualidad es entendida como homosexualidad. Sin embargo esto difiere mucho de la concepción primera ya que gay proviene del latín gaudium "gozo" y luego pasó a usarse como adjetivo: alegre.
Creo que debe permitirse la libertad de elección y que el vínculo se tome con responsabilidad y cuidado. Que la inclinación o sentimiento hacia la persona del mismo sexo no sea visto como enfermedad, sino como alguien más que se siente feliz con su pareja y tal como la etimología d ela palabra gay, pueda sentirse alegre y, al mismo tiempo, respetado.
Propongo que debe aplicarse una unión civil y que se desplace el término matrimonio por algo más constructivo y menos discriminatorio.
El 23 de mayo a las 13:28 ·
Daniela Monteleone
Daniela Monteleone
Escibo,al final de mi comentario, que se excluye el tema sobre el cual hablo... Pero hablo sobre el porque, desde mi humilde concepción, no hay más que hablar sobre ese tema; sino empezar a abrir el debate sobre el otro...
El 23 de mayo a las 15:38 ·
Juan Ignacio Lorente
Juan Ignacio Lorente
Lau: Comparto plenamente tu comentario, solo que "nobleza obliga" debo decirte que el t ... Ver másítulo de la nota es irónico, jústamente por la contradicción que etimológicamente implica la frase. Y en cuanto a la sexualidad de los novios, excluí el tema de la nota para quitarle rigor científico, y exponer de modo práctico una visión que sirva de mínima ayuda al indeciso a apoyar la reforma legal en cuestión. En cuanto a lo de la Unión Civil, también comparto cualitativamente el concepto, pero en nuestra sorda sociedad, llegar a hacer una digresión tan compleja como la hecha por tí, puede resultar tan complicado como fumarse un buen porro en la cabina de un avión. Se abre el próximo Thread (el que le sigue a contradicción política): Marihuana
El 23 de mayo a las 21:26 ·